El Consejo de Administración del banco Sabadell no solo ha rechazado la propuesta, sino que ha confirmado su opción de continuar su camino en solitario, lo que cierra la puerta a negociaciones ulteriores para mejorar la oferta inicial.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores ya ha sido informada de esta decisión, por cuanto pueda afectar a la cotización bursátil de ambas entidades.
«El Consejo confía plenamente en la estrategia de crecimiento del Sabadell y en sus objetivos financieros, y es de la opinión de que la estrategia como entidad independiente generará un mayor valor para sus accionistas. Asimismo, la caída significativa y la volatilidad del precio de la acción de BBVA en los últimos días genera una incertidumbre adicional sobre el valor de la propuesta», ha añadido Sabadell, aclarando que «no satisface el interés del banco y sus accionistas.
El Consejo de Administración del Sabadell, con su presidente Josep Oliu a la cabeza, han analizado la propuesta del BBVA durante seis días hasta dar hoy su respuesta definitiva. El BBVA ha asegurado que lamenta la decisión. De mantenerse la negativa, sería la segunda vez que fracasa esta operación, que ya se intentó en 2020 y se abandonó a causa de la pandemia.
Desde hace años, el banco Sabadell, una entidad de tamaño mediano pero muy bien posicionada y con envidiables ratios de solvencia y beneficio, ha sido una pieza tentadora para bancos mayores a la búsqueda de un crecimiento por absorción de entidades menores.
Sobre el papel, los accionistas de la entidad catalana habrían recibido una acción del BBVA por cada 4,83 acciones del Sabadell. Eso supone que habrían ganado un 9% respecto al cierre de los mercados el viernes, cuando las acciones de BBVA cotizaron a 9,85 euros (algo más de us$ 10) y las de Sabadell a 1,88 euros (us$ 2) BBVA también ofrecía la incorporación de tres consejeros de la entidad al consejo de administración del nuevo banco, uno de ellos como vicepresidente. El órgano de gobierno del BBVA contaría con 15 miembros.
Varios responsables del Gobierno español habían advertido de su oposición a esta operación por sus consecuencias sobre la libre competencia del sector bancario, un sector que en apenas dos décadas ha pasado de estar muy atomizado en bancos pequeños, medianos, grandes entidades y cajas de ahorro, hasta concentrarse hoy en torno a tres grupos internacionalizados: Santander, BBVA y Caixbank.
De las 55 entidades financieras que había en España en 2009, hoy quedan 10 grupos bancarios, 9 si se concretara la fusión del BBVA con el banco Sabadell, el mayor de los bancos medianos. La entidad resultante controlaría el 20% del mercado, y junto al Santander y Caixabank gestionaría el 70% de la actividad crediticia.
Aunque estas fusiones han aportado solidez y capacidad internacional con un aumento exponencial de la rentabilidad, especialmente por el negocio en el exterior, la realidad del mercado interno presenta un balance menos positivo. Hay menos competencia real y una presencia menor de oficinas que ha dejado sin atención a una parte importante de sus clientes, sobre todo en zonas rurales con poca concentración de población.