¿Cuál sería tu reacción si un amigo te dice que desea estudiar filosofía? La respuesta que afloraría de forma instantánea sería que se trata de una pérdida de tiempo, que la filosofía está en desuso, prácticamente obsoleta, que el mundo empresarial en que vivimos se rige exclusivamente por la practicidad, y que la competitividad desenfrenada obliga a que la acción rija la gestión. Ahora bien,…