Los últimos estudios sugieren que las marcas digitales no sólo hacen las cosas de manera diferente; también piensan diferente. Mientras que las marcas tradicionales se centran en posicionar sus marcas en la mente de sus clientes, las marcas digitales se centran en posicionar sus marcas en la vida de sus clientes. Además, atraen a los clientes más como usuarios que como compradores, trasladando sus inversiones…