Eran las 3 de la madrugada del lunes y el capitán Karsten Börner y su tripulación ya estaban despiertos, preparándose para una tormenta que se avecinaba frente a la costa siciliana. Atracado detrás de su goleta había un yate de lujo en el que viajaban el magnate de la tecnología Mike Lynch y un grupo de amigos, familiares y asesores. Construido para resistir huracanes, el…