El Ministerio de Comercio de China anunció que Pekín y Washington suspenderán durante un año las tasas portuarias mutuas, luego del encuentro entre Xi Jinping y Donald Trump en Corea del Sur, con el fin de reducir tensiones en el comercio marítimo internacional.
El Ministerio de Comercio chino comunicó que Estados Unidos suspenderá la aplicación de las medidas derivadas de la Sección 301, que afectaban a las industrias naviera y logística de China. En respuesta, Pekín eliminará los cargos portuarios aplicados a los buques estadounidenses desde mediados de octubre.
El entendimiento fue anunciado poco después de la reunión bilateral entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump, celebrada en Corea del Sur, y busca estabilizar los flujos comerciales entre las dos mayores economías del mundo.
Hasta ahora, China aplicaba un arancel de 56 dólares por tonelada neta a los navíos estadounidenses que arribaban a sus puertos, mientras que Estados Unidos cobraba 50 dólares por tonelada a los buques de propiedad o bandera china.
Ambos gravámenes se habían implementado el 14 de octubre, en el marco de una investigación estadounidense bajo la Sección 301, centrada en el sector marítimo chino, y en respuesta, Pekín impuso cargos equivalentes a los barcos norteamericanos.
Impacto en el comercio marítimo internacional
Analistas del sector habían advertido que las tasas portuarias incrementarían los costos operativos y alterarían las rutas de carga, afectando a un mercado ya presionado por el encarecimiento del combustible y la debilidad del comercio global.
Según estimaciones de la consultora Alphaliner, si la medida se mantenía, las diez mayores navieras habrían desembolsado hasta 3,200 millones de dólares en tasas estadounidenses durante 2026. La estatal Cosco, de China, habría concentrado aproximadamente 1,530 millones de ese total.
La Administración de Donald Trump justificó los aranceles como parte de su estrategia para promover el «renacimiento de la industria naval estadounidense» y reducir la dependencia de los transportistas chinos. Sin embargo, la medida fue criticada por su posible impacto en las cadenas logísticas y en los precios de transporte globales.
La suspensión anunciada este miércoles representa una tregua temporal en la disputa marítima, aunque aún no se han definido los mecanismos de revisión al término del plazo de un año.
Con información de EFE.
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