Después de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicara la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre de 2025, surgió la pregunta: ¿México está cerca de una recesión?
Durante el periodo referido, el PIB nacional disminuyó 0.3% anual, después de 17 trimestres consecutivos con alzas; mientras a tasa trimestral fue de 0.29%, tras dos aumentos al hilo.
“¿Está México cerca de una recesión? Hoy la duda persiste. Los indicadores más recientes confirman que la economía mexicana no atraviesa un buen momento, y aunque el Producto Interno Bruto volvió a mostrar una caída trimestral, y la primera caída anual desde la crisis de la pandemia, las cifras aún no muestran un deterioro los suficientemente profundo ni prolongado como para hablar de una recesión formal”, explica Banco Base.
El grupo financiero añade que es probable que al finalizar el año las cifras indiquen que la economía continúa creciendo, pero el impulso se ha debilitado de manera considerable, y la mayoría de los indicadores de corto plazo apuntan hacia un escenario de estancamiento prolongado.
Para entrar en recesión técnica se requieren dos caídas consecutivas del PIB, más la contracción de los principales indicadores macroeconómicos.

Actividades secundarias entran en recesión
La caída anual del PIB nacional de 0.3% en el tercer trimestre del año provino de la disminución de 2.9% de las actividades secundarias (manufactura, minería, construcción y electricidad).
Dicho resultado representó la cuarta baja seguida, es decir, estas actividades que concentran más de una tercera parte del PIB se encuentran en una recesión.
Por su parte, las actividades terciarias, que definen el comportamiento del consumo, crecieron apenas 0.9%, el peor nivel desde el primer trimestre de 2021 (-2.1%); las primarias aumentaron 3%, la tercera alza consecutiva.
Perspectivas positivas
Para Banorte, a pesar del resultado, la actividad económica en lo que va del año ha sido resiliente, especialmente considerando cambios en el paradigma comercial global y otros factores idiosincráticos como los esfuerzos de consolidación fiscal.
“Con ello en mente, mantenemos una visión más constructiva para el último trimestre del año (como elaboramos más adelante), esperando una expansión del PIB de 0.5% en 2025. Pensamos que el último trimestre podría estar caracterizado por un rebote del dinamismo”, señalan los especialistas del grupo financiero.
Agregan que en la industria se espera una aceleración en la construcción, con el inicio de varias obras del gobierno federal en los últimos meses, mientras para las manufacturas, la falta de claridad en el frente comercial probablemente seguirá pesando.
“En los servicios esperamos que los fundamentales muestren una mayor recuperación, particularmente el empleo. En conjunto con una estacionalidad positiva para el gasto de los hogares, esto debería impulsar ciertas categorías discrecionales. Sin embargo, seguiremos pendientes de los rubros asociados al turismo, donde se ha visto una desaceleración”, ahonda Banorte.
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