Al acceder a las oficinas de Coca-Cola Inc. (KO) en el moderno West Loop de la ciudad de Chicago, el inconfundible logotipo del coloso de los refrescos está notablemente ausente. En su lugar hay un cencerro (campana de vaca) gigante. Dentro, algunos de los 900 empleados, apodados “supercatadores”, afinan y vigilan de cerca una de las fórmulas más preciadas de la compañía. Pero estos trabajadores…